La primera vez que un lazo de color fue utilizado como un símbolo para concienciar sobre alguna causa justa fue en 1979, cuando la esposa de un soldado norteamericano secuestrado… Click to show full abstract
La primera vez que un lazo de color fue utilizado como un símbolo para concienciar sobre alguna causa justa fue en 1979, cuando la esposa de un soldado norteamericano secuestrado en Irak utilizó un lazo amarillo para que su marido volviera a casa. Más tarde, un grupo de artistas utilizó un lazo para recordar a las víctimas del sida. El color elegido esta vez fue el rojo pasión. En 1990, la fundación Susan G. Kommen, una de las más grandes de los Estados Unidos orientada al tratamiento contra el cáncer de mama, ofreció unas viseras de color rosa para las personas que participaban en sus eventos. Paralelamente, Susan Haley, superviviente de cáncer de mama, emprendió una campaña de venta de lazos de color melocotón con la siguiente leyenda: «El presupuesto anual del Instituto Nacional del Cáncer es de 1,8 billones de dólares y solamente el 5% está destinado a la prevención». En 1992, la fundación Kommen, la compañía Estee Lauder y la revista SELF realizaron una campaña para recaudar fondos en beneficio del cáncer de mama. Susan Haley no quiso participar en esta campaña al no poder utilizar el color melocotón de sus lazos, y finalmente se eligió el rosa de las viseras de la fundación Kommen. Fue así como el rosa se asoció a las campañas del cáncer de mama1. Todos los años las calles se llenan de lazos de color rosa y con ello ha sucedido como con tantos actos que empiezan con unos fines loables y que acaban popularizándose, aparecen filántropos a su alrededor y en algunos contextos llegan a ocupar los vacíos que debería cubrir el Estado2. En ocasiones se mercantilizan hasta tal punto que algunas de las empresas que sacan rédito con ello son productoras de artículos dudosos3. El escaso éxito conseguido en campañas similares referentes a otras enfermedades, que afectan a hombres y mujeres, lleva a pensar a los expertos en comunicación si no estará relacionado con el hecho de que el cáncer de mama es una enfermedad femenina4 que afecta a lo más íntimo de la mujer y a su feminidad. Y mientras algunas mujeres se sienten incómodas con la campaña del lazo
               
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