Presentamos el caso de un varón de 82 años que acude a Urgencias por un cuadro de hematemesis y melenas. Como antecedentes de interés destacaban hipertensión arterial, fibrilación auricular en… Click to show full abstract
Presentamos el caso de un varón de 82 años que acude a Urgencias por un cuadro de hematemesis y melenas. Como antecedentes de interés destacaban hipertensión arterial, fibrilación auricular en tratamiento anticoagulante, un aneurisma de aorta abdominal intervenido y un episodio previo hacía 7 meses de hemorragia digestiva alta secundaria a una lesión de Dieulafoy (LD) en el fundus gástrico, que fue tratada mediante esclerosis y colocación de hemoclips. A su llegada a nuestro hospital el paciente presentaba una tensión arterial de 85/50 mmHg y una frecuencia cardíaca de 120 lpm, así como una hemoglobina de 6,5 g/dl, procediéndose entonces a su reanimación con volumen y transfusión de hemoderivados. Posteriormente, en las primeras 8 h tras su llegada a Urgencias, se realizó una gastroscopia en la que se evidenció a nivel de la curvatura mayor-fundus un coágulo de gran tamaño adherido, sin ser posible visualizar claramente el foco del sangrado, siendo tratado con inyección de adrenalina y etoxiesclerol a través del coágulo. Al día siguiente se repitió la gastroscopia, objetivándose un coágulo menor de 1 cm, así como pequeñas disrupciones mucosas puntiformes adyacentes, probablemente correspondientes a la esclerosis del día anterior y los hemoclips colocados en el anterior ingreso. Al no evidenciarse signos de resangrado y no ser posible determinar el punto exacto del origen de la hemorragia, no se realizó terapéutica alguna en esta ocasión. En planta volvió a presentar melenas y anemización, por lo que se realizó una ecoendoscopia (EUS) en la que se identificó a nivel del fundus gástrico un vaso de 2 mm de calibre que atravesaba la pared, altamente compatible con
               
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