El prestigio academico adquirido por la bioetica en el ultimo medio siglo se debe en parte al fortalecimiento de los espacios de libertad social en las democracias representativas. En el… Click to show full abstract
El prestigio academico adquirido por la bioetica en el ultimo medio siglo se debe en parte al fortalecimiento de los espacios de libertad social en las democracias representativas. En el contexto de la etica, se creo la nocion de libertad, pero sin las formas legalizadas de libertad, la etica no puede crecer como fuente creativa de las normas por las cuales se formulan las multiples formas de juicio moral. En esta epoca de la post-verdad y de la produccion estrategica de mentiras y del odio politicos, el efecto sobre los sujetos politicos parece indicativo de carencias psicologicas, educativas y especialmente economicas. En vista de este escenario, es importante reconsiderar el alejamiento de la teoria de la verdad como un “filtro” de los discursos y las orientaciones politicas producidas por la etica. La tarea que se plantea a la filosofia es extender la fuerza conceptual y discursiva de la bioetica para contemplar formas de subjetividad en ruptura con una estructura de estado que produce injusticia. Para ello, analizamos criticamente la propuesta de una bioetica de verdades, un filtro separador en el sistema de Alain Badiou, que organiza la relacion entre ontologia, fenomenologia y las condiciones historicas de produccion de verdades.
               
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