De 2007 a 2014, Río de Janeiro y casi todos los estados brasileños vivieron un ciclo poco común de financiación continua a la investigación y posgrado. Fue un período en… Click to show full abstract
De 2007 a 2014, Río de Janeiro y casi todos los estados brasileños vivieron un ciclo poco común de financiación continua a la investigación y posgrado. Fue un período en el que la Coordinación de Perfeccionamiento de Personal de Nivel Superior (Capes), el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y las fundaciones estatales de apoyo a la investigación (FAPs) contaban con recursos generosos invertidos en el restablecimiento de la infraestructura de investigación y en la creación y consolidación de cursos de posgrado. En la Capes, Jorge Guimarães consiguió recursos para la implementación de nuevos tipos de financiación, tales como recursos para equipos en posgrado y becas de posdoctorado. En Río de Janeiro, Ruy Garcia Marques, en la Presidencia de la Fundación Carlos Chagas Filho de Amparo a la Investigación de Río de Janeiro (Faperj), consiguió niveles nunca vistos de financiación para la investigación en el estado, con el cumplimiento del precepto constitucional de la inversión de un 2% de los impuestos líquidos del estado para configurar el presupuesto de la Faperj. En 2015, la crisis económica, seguida de una crisis política sin precedentes, que resultó en el impeachment de la Presidenta Dilma Rousseff, irrumpió de forma drástica ese ciclo virtuoso. Lo que le siguió fue el corte de la financiación de subvenciones a la investigación y becas en prácticamente todas las agencias federales y estatales de fomento a la investigación. En el estado do Río de Janeiro, esta crisis fue más dramática, visto que el estado había tenido un desarrollo envidiable en su parque científico y tecnológico. Las universidades estatales (Universidad Estatal de Río de Janeiro -UERJ, Universidad Estatal del Norte de Río de Janeiro -UENF y Universidad Estatal del Oeste de la Ciudad de Río de Janeiro -UEZO) recibieron un impacto más fuerte, puesto que además de ver sus recursos para la investigación menguados por los cortes presupuestarios en la Capes, CNPq, Finep y Faperj, también vieron su presupuesto propio recortado por el estado de Río de Janeiro. En la UERJ, todo el servicio tercerizado (limpieza, mantenimiento seguridad y restaurante universitario) dejó de ser pagado por el gobierno del estado, provocando que los contratos fuesen denunciados y las nuevas licitaciones tuvieran que producirse sucesivamente, sin que estas empresas hasta la actualidad hayan recibido regularmente los pagos. Programas de éxito para la inclusión alumnos de baja renta que entraron por el sistema de acceso Crisis en la financiación de la investigación y posgrado en Brasil
               
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