LAUSR

La inclusión del trastorno por déficit de atención/ hiperactividad (TDAH) dentro de los trastornos del neurodesarrollo ha quedado recogida en las últimas clasificaciones internacionales [1,2]. La mayoría de los trastornos del neurodesarrollo, incluido el TDAH, presentan una prevalencia inferior al 5-10% [3-6], lo que podría ser el resultado, al menos parcialmente, de una distribución normal de las habilidades cognitivas que subyacen tras ellos o de las propias características clínicas. Teniendo en cuenta la naturaleza dimensional de los trastornos del neurodesarrollo y que gran parte de éstos no se originan por factores etiológicos únicos sino por la interacción de múltiples factores en distintos niveles (genéticos, ambientales, neurobiológicos o neuropsicológicos), no es sorprendente que no se haya encontrado un marcador biológico dicotómico (clínico frente a no clínico). La dimensionalidad y el carácter multifactorial del TDAH se pone de manifiesto en un reciente estudio con más de 4.000 niños (508 con diagnóstico de TDAH según métodos estandarizados) que reveló la existencia de factores genéticos compartidos (derivados de influencias poligénicas) que contribuyen tanto a rasgos típicos de TDAH no patológicos en la población general como al propio TDAH [7]. La distinta modulación de estos genes por el ambiente (p. ej., consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo por parte de la madre) y su diferente influencia en la estructura y función del cerebro conlleva además un incremento notable de la complejidad y la heterogeneidad del TDAH u otros trastornos del neurodesarrollo [8,9]. Tanto la CIE-10 como la CIE-11 mantienen un conjunto sintomático descriptivo en el cual la inatención y el exceso de actividad deben superar a lo esperado para la edad y el cociente intelectual del niño [2,10]. El DSM-5 conserva el carácter categórico y politético en el diagnóstico del TDAH, a pesar de haber entrado en la categoría de los trastornos del neurodesarrollo; son necesarios un número ‘x’ de síntomas para el diagnóstico, teniendo cada uno de los síntomas el mismo ‘peso’ en dicho diagnóstico [1,11]. Esta circunstancia se sigue desmarcando del carácter evolutivo de los síntomas. El TDAH, Trastorno por déficit de atención/hiperactividad: perspectiva desde el neurodesarrollo